El tratamiento ayuda restaurar el movimiento natural de la mandíbula y a reducir el dolor; suele precisar la colaboración de varios especialistas, entre los que destacan odontólogos y fisioterapeutas. De igual manera puede requerir el uso de férulas de descarga, fisioterapia de la articulación temporomandibular, control de la tensión mandibular o rehabilitación de la oclusión.
Síntomas de la disfunción temporomandibular:
• Bruxismo
• Dolor de mandíbula
• Sensación de fatiga de la mandíbula
• Dificultad para abrir la boca, crujidos en la mandíbula
• Problemas de mala oclusión
• Mareos
• Dolor de cabeza, cuello o espalda
• Bloqueo de la mandíbula
• Desgaste de dientes
Estos tratamientos de fisioterapia incluyen:
1) Ejercicios activos y movilizaciones manuales (terapia manual), efectivos en el
corto plazo para el aumento de la apertura vertical.
2) Educación para reequilibrar la postura mediante diferentes métodos y mejorar la
posición de reposo de la mandíbula, la cabeza, el cuello, el esternón y escapulas
3) Tratamientos especiales para el dolor, como estimulación nerviosa eléctrica transcutánea y calor o frío en las zonas doloridas.
4) Tratamiento con terapias manuales como la relajación muscular, mediante la desactivación de puntos gatillo, técnicas miofasciales o masajes en zonas periféricas a la ATM como son cuello y espalda.
5) Procedimientos de autorrelajación.